sábado, 11 de enero de 2014

ecos de amor



Cada sol, cada atardecer cada crepúsculo no llega a acompañar mi rastro de desesperanza, cada canto es un grito y cada mirada un incierto pronóstico. Si la vida muriera yo habré resucitado si mis ojos de tanto escuchar callarán y mis labios sólo fuesen besados, el silencio haría eco de cada sol, de cada atardecer, de todos los crepúsculos. Que la muerte no te toque esperando mi regreso, que el viento no acaricie con mi perfume tu rostro ensangrentado de lamentos y que yo... Alondra, siempre surja como la melodía de un ruiseñor.

El sol, el atardecer, el crepúsculo... ¿Qué son si no esperanzas vanas sin las melodías del ruiseñor? Son imágenes vacías son sueños rotos, son demandas de amor sin eco, suspiros sin retorno, abrazos sin retorno, miradas sin retorno. El sol, el atardecer, crepúsculo... Fríos, lluvias... Sombras de mi alma, cantos del ruiseñor, silencio perpetuo, vacíos los espacios llenos de lamento. Sol de días grises, tibios encuentros de las almas solitarias que se unen en un concierto de corazones, que hacen melodías con el canto del ruiseñor.

1 comentario:

  1. НИ СЛОВА,БОЛЬШЕ О ПЕЧАЛЬНОМ,
    НИ СЛОВА, БОЛЬШЕ О ПЛОХОМ! ...
    В ПРОСТРАНСТВЕ НАШЕМ, ВИРТУАЛЬНОМ,
    ЗАЧЕМ НАМ ГОВОРИТЬ О ТОМ?...

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